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DISFRUTAR EL PUENTE DE TODOS LOS SANTOS EN LA CIUDAD DE VALDEPEÑAS

Llega el Puente de Todos los Santos. Una magnífica oportunidad para hacer turismo con la familia. Dejar atrás por unos días la rutina y disfrutar de un tiempo de ocio y descanso. Un lugar ideal por su gastronomía y sus vinos, por su entorno, por su riqueza cultural y patrimonial y por contar con un hotel de cuatro estrellas con spa que nos ofrece todas las comodidades y todos los servicios que espera el más exigente de los viajeros es la ciudad manchega de Valdepeñas.

Se prestan estos días para el turismo religioso. Y la ciudad manchega, donde podemos encontrar un hotel de lujo a buen precio, tiene mucho que ofrecer en este ámbito. Empezaremos por el lugar alrededor del cual empezó a gestarse esta localidad que es hoy en día una de las más importantes de Castilla La Mancha. La iglesia de la Asunción es su templo religioso más emblemático y sus orígenes se remontan a finales del siglo XII y principios de XIII, siendo, en un principio, parte de la fortaleza de los Caballeros de la Orden de Calatrava. El edificio actual, construido sobre aquel, fue terminado en el siglo XVI. En 1977 fue declarada monumento histórico-artístico nacional.

La iglesia cuenta con tres puertas de extraordinaria belleza. En la fachada principal, al sur, se halla la Puerta del Sol, de la segunda mitad del siglo XV y que presenta un estilo gótico-isabelino. Destacan en ella un reloj de sol, una placa con una inscripción en sefardí en la que se habla de Mahoma y un túmulo funerario en el que está enterrado un feto de la reina Isabel la Católica. La Puerta de los Catecúmenos también es de estilo isabelino y en el pasado estuvo dedicada a la advocación de la Piedad. Finalmente, la Puerta Umbría o Norte corresponde la nave de San Lorenzo y es de estilo renacentista. A los pies del templo está la torre, de base octogonal y rematada con chapitel.

El segundo templo en importancia de Valdepeñas, donde podemos encontrar un alojamiento de calidad para toda la familia. es la iglesia de los Trinitarios. Perteneciente al convento fundado en 1596 por Juan Bautista de la Concepción, está construida sobre planta de cruz latina con un estilo barroco clasicista entre los años 1615 y 1632. Todo el conjunto, excepto el edificio de la iglesia, fue reformado en 1857 cuando lo adquirió Sor María Cándida de San Agustín, pasando a convertirse en el convento de las Madres Agustinas.

También merece la pena una visita la ermita de la Vera Cruz, levantada sobre lo que fuera una sinagoga en el siglo XVI. La primera piedra se pone en 1576, aunque no se tiene constancia oficial de su existencia hasta que aparece en algunos documentos del siglo XIX, en cuyos inicios se restaura la espadaña y se coloca un retablo procedente de la iglesia de la Asunción. Sufrió graves daños durante la Guerra Civil, siendo restaurada a su término. Hoy es sede del Auditorio Inés Ibáñez Braña. Y la iglesia del Santo Cristo de la Misericordia, declarada monumento histórico artístico de interés local. Se trata de un pequeño edificio religioso, con planta de cruz latina con crucero único y cúpula central, cuyo origen se remonta a 1611

Para quienes prefieran planes alejados del olor a incienso y de las oraciones, Valdepeñas, lugar ideal para alojarse en un hotel de vanguardia en el centro urbano, cuenta con el Museo Municipal y con el Museo de los Molinos. El primero fue inaugurado en 1987 tras la restauración de una casa solariega del siglo XVI y cuenta con una interesante colección de arte contemporáneo.

El Museo de los Molinos, por su parte, cuenta con un patio central que es un homenaje a los vecinos de la localidad que lucharon por la libertad el 6 de junio de 1808 contra las tropas de Napoleón; una planta baja dedicada íntegramente al mundo de los molinos; y una segunda planta donde se muestra la historia de Valdepeñas a través del legado documental de Eusebio Vasco. También es de destacar su colección de pintura de artistas del lugar de finales del siglo XIX y principios del XX.

Y finalmente, para aquellos que se sienten atraídos por el pasado, nada mejor que visitar, a muy pocos kilómetros en coche de nuestro hotel de cuatro estrellas en Valdepeñas, el poblado íbero del Cerro de las Cabezas. Las excavaciones realizadas han dejado al descubierto solo una pequeña parte de la ciudad íbera que esconde, aunque ya pueden apreciarse parte de las áreas urbanas y defensivas, con un estilo urbanístico donde se aprecian áreas domésticas, almacenes, santuarios, murallas y torreones, además de los caminos que las unían. Un poco más lejos encontramos el paraje natural, único en España, de las Lagunas de Ruidera.

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