Berreavaldepeñas

EL PARQUE NACIONAL DE CABAÑEROS SE VISTE DE OTOÑO PARA ANUNCIAR LA BERREA

Llega al Parque Nacional de Cabañeros, donde hemos decidido alojarnos en un hotel en Valdepeñas, uno de los espectáculos más majestuosos que nos puede ofrecer la naturaleza. Con la llegada del otoño, este bello rincón de Castilla La Mancha se llena de los profundos bramidos de los ciervos que llaman a las hembras para aparearse y que lanzan un serio aviso sonoro a sus rivales en busca del control sobre un territorio que les haga dominantes a la hora de perpetuar su estirpe. Es la conocida como berrea, una magnífica manera de celebrar el Día Mundial del Turismo, que cada año se celebra el 27 de septiembre.

Son muchos los que consideran este Parque Nacional como el mejor lugar de España para disfrutar de este impresionante espectáculo que nos brinda la naturaleza. Y es que aquí, en las 41.000 hectáreas de pastizales salpicadas de encinas y quejigos, vive una de las poblaciones más numerosas de la Península. De ahí que, el que algunos llaman Serengueti español, situado en pleno corazón de los Montes de Toledo, entre las provincias de Toledo y Ciudad Real, donde se encuentra nuestro hotel para toda la familia en Valdepeñas, se llene estos días de visitantes dispuestos a dejarse seducir por este singular concierto al aire libre.

Existen un buen número lugares a los que llegar desde nuestro alojamiento en Valdepeñas para poder disfrutar de esta exhibición de fuerza que une el ronco sonido gutural de las advertencias al rival y las llamadas a las hembras con el atronador entrechocar de las cornamentas cuando llega el momento de que dos machos demuestren quién acabará siendo el dominador de este territorio. Un espectáculo que suele producirse en los primeros albores del día y cuando el sol comienza a ocultarse en el horizonte anunciando la llegada de la noche, permitiéndonos sentir los olores que nos rodean, el frescor de la mañana o la tibieza de esos últimos rayo de sol.

Esas impresionantes cornamentas que lucen los machos, curiosamente, se renuevan año a año. Y es que entre finales del invierno y el comienzo de la primavera se produce el conocido como desmogue, momento en que el animal pierde esta parte esencial de su fisonomía y comienza a producir una nueva. En este tiempo, al sentirse más vulnerables e indefensos, suelen esconderse en lo más profundo del bosque, siendo mucho más difíciles de ver.

El proceso de crecimiento de la nueva cornamenta, que aparece cubierta de una especie de pelusa que los animales eliminan frotándola contra los árboles como preparación para la batalla por la reproducción que se avecina, termina a final de verano. Con anterioridad, aquellas que han sido eliminadas y han caído al suelo suelen servir, dado su alto contenido en minerales y calcio, como alimento para las hembras, que se encuentran ya en la fase final del proceso de gestación, y para los machos, como bocado para recuperar el enrome gasto energético que conlleva el cambio de cornamenta.

La berrea suele comenzar a mediados de septiembre, aunque tiene mucho que ver con la lluvia y el descenso de las temperaturas, y acabar a finales de octubre, temporada inmejorable para descansar en un alojamiento en Castilla-La Mancha. Las luchas que se producen durante este tiempo responden a un ritual muy concreto, ya que sirven para que el vencedor demuestre a las hembras, que asisten como espectadoras, que posee una buena genética y una salud fuerte, características que transmitirá a sus crías, lo que provoca que se gane el favor de estas. El periodo de gestación es de unos ochos meses, con lo que al llegar la primavera nacerán los cervatillos, que permanecerán junto a sus madres hasta el parto del siguiente año, cuando deberán empezar a valerse por sí mismos.

Otro de los atractivos de Cabañeros, al tiempo que nos deleitamos con un alojamiento de calidad en Valdepeñas, es que está considerado como destino turístico Starlight, es decir lugares visitables que gozan de muy buenas cualidades para la contemplación de los cielos estrellados y que, al estar protegidos de la contaminación lumínica, son especialmente aptos para desarrollar en ellos actividades turísticas basadas en este recurso natural.

El Sistema de Certificación Turística Starlight nació con el objetivo de fomentar a nivel mundial la mejora de la calidad de las experiencias turísticas y la protección de los cielos nocturnos en los Destinos Starlight. Los criterios se establecieron en diciembre de 2010, en el Centro de la OMT en Madrid, con representantes de la UNESCO. Los cielos despejados, la escasa contaminación lumínica, la excelente claridad (buen seeing) y la transparencia del aire son las condiciones fundamentales requeridas para el desarrollo del turismo astronómico.

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