Una apuesta por la cultura durante estos meses de calor sofocante. Eso es lo que nos ofrece la XVI edición del Salón de Primavera ‘Por tierras de Castilla-La Mancha’. Una excusa perfecta para acercarnos a conocer, aunque realmente no se necesite excusa alguna, la conocida como Ciudad del Vino, dada su innegable relación con la DOP Valdepeñas, y sentir el lujo de alojarnos en un hotel de cuatro estrellas en Valdepeñas. El Salón estará abierto hasta el próximo día 14 de agosto, de 10:30 a 21:00 horas, en el Museo Municipal de Valdepeñas, un enclave que cuenta con una más que interesante colección de arte contemporáneo. Esta organizada por el Ayuntamiento con la estrecha colaboración de la Asociación Española de Pintores y Escultores.
En esta interesante exposición podrán verse las obras ganadoras de los premios de esta edición. La Medalla de Pintura ha sido para ‘La presa del Tajo, de José Ignacio Gutiérrez; y la Medalla de Escultura ha recaído en el trabajo ‘Manos tejiendo’ del artista Sergio García. La Mención de Honor recayó en esta ocasión para las obras ‘Cieguito’, de Juan Francisco Pérez; ‘En Castilla-La Mancha’, de Federico García; y ‘Contraluz entre candilejas’ de Joaquín Alarcón. Los artistas seleccionados en este 2022 para integrar el Salón, que dio sus primeros pasos allá por el año 2006 e instauró los premios Medalla de Pintura y Escultura en 2017, han sido un total de 62, de los más de un centenar que presentaron sus creaciones de temática variada, en diferentes estilos y con unas propuestas siempre renovadas.
El arte ha sido en esta ocasión la excusa que hemos elegido para reservar en un hotel con piscina y spa en Valdepeñas y pasar unos días descubriendo todos los encantos que puede ofrecernos la conocida como Ciudad del Vino. Lo haremos saliendo a pasear por sus calles para dejarnos sorprender por alguno de los tres recorridos que nos plantea la Ruta de las Esculturas. La primera nos lleva a recorrer las ‘páginas’ de la obra de Miguel de Cervantes, el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, conociendo al propio caballero andante, a su fiel escudero Sancho, a la envidia de las caballerías Rocinante o la belleza de la sin igual Dulcinea del Toboso.
La segunda opción nos lleva por algunos de los momentos históricos que han marcado el devenir de la ciudad, sobre todo durante los tiempos de la invasión de las tropas de Napoleón y la lucha de los vecinos en la Guerra de la Independencia; y en aquella fatídica fecha en que una riada se llevó la vida de 22 personas, siendo la tragedia más grande de la historia contemporánea de esta importante localidad ciudadrealeña. Finalmente nos adentraremos en la vida de algunos de los personajes ilustres que ha dado esta ciudad a lo largo de sus muchos años de existencia.
Una visita merece también la Plaza de España, que no está muy lejos de nuestro hotel para toda la familia en Valdepeñas, con esas fachadas pintadas de blanco y azul que sorprenden a quien se asoma por primera vez a ella. En su centro cuenta con una que data de 1926 y que representa una prensa de vino rodeada de ángeles y del pez Tritón, simbolizando la unión entre el agua, el vino y la vida. En una de sus esquinas se halla el edificio del Ayuntamiento. Un inmueble que formó parte del Palacio del Marqués de Santa Cruz, grande de España, caballero de la Orden de Santiago, militar y almirante de la armada del rey Felipe II.
Pero quizás el edificio que más destaque sea la iglesia de la Asunción, cuya construcción se extendió desde sus inicios en el siglo XV hasta su conclusión allá por el siglo XVIII. Levantada sobre los restos de una antigua fortificación musulmana de los siglos XII y XIII que más tarde pasaría a depender de los Caballeros de la Orden de Calatrava, su estructura obedece a los esquemas arquitectónicos imperantes en el gótico, aunque sería el estilo renacentista el que terminaría imponiéndose. Cuenta con tres puertas de indudable belleza y grandiosidad: la del Sol, la de los Catecúmenos y la de la Umbría.
También merecen una visita, siguiendo con la arquitectura religiosa, las iglesias de los Trinitarios, construida en el siglo XVII y que formaba parte de un convento, y del Santo Cristo de la Misericordia, datada en 1611, ambas con planta de cruz latina; y la ermita de la Vera Cruz, levantada sobre una antigua sinagoga del siglo XVI.
Fuera de este ámbito, y a no mucha distancia de nuestro hotel con todas las comodidades y servicios en Valdepeñas, encontramos el Museo de los Molinos, con dos plantas y un patio donde contemplaremos un homenaje a los héroes del 6 de junio de 1808 en la lucha contra los invasores franceses, recorreremos la historia de Valdepeñas y, como su propio nombre indica, conoceremos todos los secretos de esta peculiar construcción manchega.
Frente a él está el Molino de Gregorio Prieto, un gigante que da la bienvenida a los visitantes que llegan para descubrir el pequeño museo de las tradiciones que guarda en su interior. Y, finalmente, el Museo del Vino, ubicado en la antigua bodega de Leocadio Morales, datada en 1901, y que permite, de una forma didáctica e interactiva conocer la evolución de las prácticas culturales de la vid y la elaboración de los vinos que tan conocida han hecho a Valdepeñas internacionalmente.
Quienes dispongan de un poco más de tiempo puede visitar el Cerro de las Cabezas, un enclave arqueológico que les permitirá ‘viajar’ a tiempos de los íberos. Se trata de un gran oppidum, o conjunto de casas fortificado, que cuenta en lo alto del cerro con una construcción que los estudiosos de la zona consideran como una acrópolis. Y cabe recordar que a no mucha distancia en coche de nuestro hotel de cuatro estrellas con piscina y spa en Valdepeñas, los amantes de la naturaleza cuentan con dos Parques Nacionales, el de Cabañeros y el de las Tablas de Daimiel y con el singular Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
