MuseovinovaldepeÑas

MUSEO DEL VINO DE VALDEPEÑAS, HISTORIA Y VIDA DE UNA TRADICIÓN MILENARIA (I)

Hablar de vino es hablar de Valdepeñas. Por algo es conocida a nivel internacional como la ‘Ciudad del Vino’. La pasada semana nos acercamos a conocer este interesante rincón de la provincia de Ciudad Real, disfrutando todos los servicios que nos ofrece un hotel de cuatro estrellas en Castilla La Mancha, con la excusa de participar en los actos organizados para celebrar el Día Europeo del Enoturismo.

Catas de diferentes caldos y diferentes productos de la zona; visitas a bodegas; una cata de vinos íberos en el Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas, uno de los yacimientos más importantes e interesantes de la región; una fiesta del mosto dirigida a los personas más pequeñas de la casa… fueron algunas de las actividades en las que pudimos participar tanto si hicimos el viaje solos, en pareja, con amigos o con toda la familia mientras nos alojábamos en un hotel de vanguardia en Valdepeñas.

Para no perder el hilo de este producto tan español nacido de la uva y que la Real Academia Española define como “licor alcohólico que se hace del zumo de las uvas exprimido, y cocido naturalmente por la fermentación”, diferenciando entre albillo, atabernado, blanco, clarete, de dos orejas, de mesa, de pasto, dulce, seco, rosado, tintillo, tinto…, esta semana nos vamos a acercar a descubrir el Museo del Vino, uno de esos espacios que nos sumergen en un mundo cercano pero a la vez bastante desconocido para muchos de nosotros. Y es que entender de vinos es mucho más que solo beberlo, es un universo apasionante lleno de vidas, de trabajo, de sueños, de historias, de secretos… Y todo, a un paso de nuestro alojamiento en Valdepeñas.

Este complejo museístico permite a quien lo visita adentrarse en toda una cultura de vida alrededor de la vid y de la elaboración de unos vinos que forman parte de la DOP Valdepeñas, localidad que vamos a visitar gozando además de la comodidad de un alojamiento de cuatro estrellas en la provincia de Ciudad Real. Está ubicado en la antigua bodega de Leocadio Morales, datada en 1901 y una de las explotaciones que con mayor intensidad vivió a comienzos del pasado siglo el auge comercializador y exportador de los caldos valdepeñeros. A lo largo de nuestro visita haremos un recorrido por toda la historia y tradición de la DOP.

Adentrarse en las salas del museo es hacerlo en un marco geográfico que abarca más de 30.000 hectáreas de viñedo, en las que desarrollan su vida cerca de 4.000 vinicultores de diez municipios. Aquí los visitantes descubriremos, de una manera didáctica e interactiva, los acontecimientos clave en el devenir de la historia de los ‘valdepeñas’, perpetuados en citas de ilustres viajeros, así como la evolución de las prácticas culturales de la vid y la elaboración de los caldos a través de su edificio monográfico.

Nos detendremos también en la cultura de esta localidad, donde estamos hospedados en una alojamiento en el centro de Valdepeñas, a través de personajes ilustres como Gregorio Prieto, pintor de la Generación del 27 que cuenta en Valdepeñas con un museo que lleva su nombre, considerado el museo privado de bellas artes más importante de Castilla La Mancha y uno de los más destacados de España al estar conformado por más de cinco mil obras de Gregorio Prieto, junto a otras de artistas como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Giorgio de Chirico, Pablo Picasso…;  Juan Alcaide, poeta español perteneciente a la Primera generación de posguerra o Generación de 1936; o Francisco Nieva, escenógrafo, pintor, dramaturgo, adaptador de clásicos, director de ópera y narrador.

El edificio del Museo del Vino, de estilo funcionalista, aparece encastrado en una típica bodega valdepeñera que conserva todas sus estructuras, contando con un patio, presidido por el típico pozo manchego con brocal realizado en piedra de un sola pieza, donde, bajo su porche lateral con tejado a dos aguas de teja árabe, podemos contemplar un buen número de aperos de labranza. Allí aparece el muelle de descarga, la báscula, el jaraíz (que nos permite admirar las prensas y los atrojes originales), el chilanco, la bodega de tinajas y la cueva, en la que no falta la popular tinajilla del bodeguero.

En el interior de la Nave de las Tinajas, por su parte, se exhiben todas las maquinarias y utensilios que los viticultores han venido utilizando a lo largo de muchas generaciones para la elaboración de bebida tan vinculada a la cultura gastronómica de España desde tiempos inmemoriales. Este espacio alberga también la exposición permanente de fotografías que el estadounidense Harry Gordon realizo durante la vendimia de 1959; y cuenta con un apartado dedicado al laboratorio y a la exhibición de la cubería donde se fabricaban y arreglaban toneles y cubas.

Compartir este Post: